El efecto placebo en terapia

El efecto placebo en terapia

Hace unos años atrás, principios de 2000, se empezó a estudiar el efecto placebo con cierto rigor científico para entender el motivo por el cual ciertos pacientes sometidos a un placebo mostraban mejorías. Curiosamente, en los últimos años se ha convertido en un instrumento terapéutico. Por “placebo” se define un tratamiento con algún tipo de sustancia priva de cualquier propiedad terapéutica intrínseca.

Por otro lado, podría considerarse algo similar a un placebo el efecto que surge de las expectativas positivas que uno se hace acerca del profesional que le cuidará. Sin embargo, hace falta distinguir el efecto placebo del efecto “expectativa positiva”. Para conseguir el efecto placebo es necesaria la prescripción de un tratamiento inerte presentado como terapéutico. Mientras que el segundo efecto se produce gracias a las expectativas del paciente sin que haya una intervención directa por parte del profesional.

«La historia de la medicina es, en su mayoría, la historia del efecto placebo» A. Shapiro

Los dos mecanismos del efecto placebo

Concretando aún más, el efecto placebo indica la consecución de unos efectos terapéuticos no causados directamente por las reacciones químicas de la sustancia administrada, pero por las atribuciones, creencias o autosugestiones del paciente a raíz de la intervención recibida. Tomamos a ejemplo una situación de vida común: si creo que estoy bebiendo un vino muy costoso, no solo daré una evaluación más alta sobre su bondad, sino que tendré una mayor activación de los centros del placer con respeto a cuando creo que estoy bebiendo un vino económico.

Las mismas (atribuciones, creencias o autosugestiones) pueden jugar un rol importante por lo que concierne el desarrollo de una terapia psicológica. El poder de las expectativas sobre la bondad profesional de un psicólogo o de la terapia que emplea en consulta, por experiencia puedo afirmar que, sin lugar a duda, mejora considerablemente la eficacia y la eficiencia del tratamiento psicoterapéutico.

En el efecto placebo entran en juego dos mecanismos: uno tiene que ver con las expectativas del paciente y el otro con el aprendizaje. Es bien sabido como la pura y simple expectativa mental de un beneficio terapéutico llega a desencadenar una serie de eventos psicobiológicos que producen de hecho una mejoría del estado de salud. Por lo que concierne el mecanismo del aprendizaje, el observar a alguien que se encuentra mejor después de un tratamiento estimula el efecto placebo. Esto sucede cuando te aconsejan a un determinado psicólogo porqué para esa persona ha sido una experiencia beneficiosa.

Cómo inducir el efecto placebo

El efecto placebo es producido por el significado simbólico que el paciente le atribuye a la terapia. En fin, se subraya la importancia de las creencias del paciente sobre el tratamiento o sobre el profesional que lo administra. La certeza o la incertidumbre que transmite el profesional a través de las palabras y actitudes influye en el resultado de una terapia. Esto tiene que ver con la habilidad de comunicar de manera eficaz con el paciente. En efecto, el profesional es aquella persona que puede influenciar más que otros la confianza, la expectativa de mejoría y en el estado psicológico del paciente a través de sugestiones verbales y no verbales.

Miller y Colloca (2009) han individuado 8 factores que están a la base de la comunicación entre sanitario y paciente y que amplifican el efecto placebo:

  1. hablar positivamente del tratamiento

  2. dar ánimos

  3. desarrollar confianza

  4. ofrecer garantías y tranquilizar

  5. soportar la relación

  6. respetar la unicidad del paciente

  7. explorar sus valores

  8. crear rituales terapéuticos

Varios estudios muestran como las terapias administradas por sanitarios que usan palabras tranquilizadoras y adoptan una actitud amigable y cercana resultan ser más eficaces de aquellas administradas por sanitarios poco propensos al contacto humano y demasiado formales. Otro factor muy importante para estimular el efecto placebo es la confianza que alberga el sanitario en el tratamiento que ofrece. Para ser un buen generador de confianza y de efecto placebo el terapeuta debe creer en la terapia y transmitir esta convicción al paciente.

Los posibles daños del efecto nocebo

Cuando la sugestión o la expectativa llevan a una reacción nociva para el organismo o la psique se usa el termino “efecto nocebo”. Un ejemplo bastante claro es el impacto psicológico que suele tener una diagnostico negativo. Los mecanismos a la base del efecto nocebo son los mismos de los que activan el efecto placebo, pero en dirección contraria. En este caso, la expectativa negativa desencadena una ansiedad anticipatoria que a su vez amplifica el malestar subyacente.

Un ejemplo de efecto nocebo se puede verificar al comunicar un diagnostico de depresión porqué parece provocar en la persona una inducción de la depresión, sobretodo cuando la persona recibe un diagnostico de depresión severa, transmitiendo la idea de que sea un trastorno incurable y que se prevé un tratamiento farmacológico para toda la vida. Tomando en serio la etiqueta diagnostica la persona se resignará a la idea de ser biológicamente condenada y renunciará a luchar, empeorando de tal manera su propia condición depresiva.

Allen Frances, uno de los autores del DMS IV (el manual de los trastornos mentales) subraya como en ámbito psiquiátrico se está viendo una inflación de los diagnósticos que a su vez crea una estigmatización de una amplio abanico de conductas dejando poco espacio a la aceptación de alteraciones emocionales transitorias y creando una especie de epidemia de los trastornos mentales. La etiqueta diagnostica de hecho desencadena una autentica profecía que se autorrealiza. Ésta es la expresión más evidente y característica del efecto nocebo.

Los conceptos que aparecen en este articulo, en parte han sido extraídos del libro “Il tocco, il rimedio, la parola” escrito por R. Milanese y S. Milanese

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